Pintar una pared parece sencillo, pero, a la hora de tener un rodillo o brocha en la mano sin saber utilizarlo puede ser un grave problema. La pintura puede no quedar pareja, tener grumos, gotas e inclusive zonas sin pintar. Por esto, te traemos diez formas de pintar paredes con brochas y rodillos que harán de tu experiencia pintando sea mucho más satisfactoria y sobre todo, el resultado sea mejor.
A continuación, hemos dividido en dos partes el artículo, ya que, las brochas y los rodillos se utilizan de manera completamente distintas y son necesarias otras formas de pintar.
Brochas:
1. Coger bien la brocha, suena sencillo y lo es, tan sólo debemos mantener la brocha en un ángulo de 45 grados frente a la pared que vayamos a pintar. A la hora de comenzar a pintar, presiona las cerdas contra la pared, sólo lo suficiente para flexionarlas.
2. Una vez que tengas el balde de pintura o bandeja que vayas a utilizar, debemos introducir la brocha hasta un tercio de la longitud de las cerdas dentro de la pintura. Después, golpea despacio la brocha contra el balde o bandeja para así poder quitar el exceso de pintura antes de iniciar a pintar. Recuerda, si la brocha tiene pintura de más, habrán más posibilidades de ensuciar tu ambiente de trabajo y sobre todo obtener una superficie mal pintada.
3. Cuando comiences a pintar, utiliza la parte ancha de la brocha sobre la superficie plana, después, aplica trazos en diagonal, en horizontal y para terminar en vertical. Si tu proyecto es una superficie grande, aplica la pintura en diagonal en 2-3 trazos, después, distribúyela con trazos horizontales y finalmente, verticalmente de arriba hacia abajo.
4. Comienza por las esquinas y bordes de las paredes, utiliza el borde del ancho de la brocha para guiarte y tener un trazo más exacto. Recordemos que al querer cubrir áreas descubiertas debemos hacerlo mientras la pintura siga seca, para así evitar huellas en cada pasada.
5. Al finalizar tu proyecto, lava tus brochas con el mismo diluyente, solvente o base de agua que utilizaste en la pintura. Enjuágalas bien y envuélvelas en papel periódico, para así, absorber toda la humedad.
Rodillo:
1. Cuando ya estés preparado para pintar, sumerge el rodillo en la pintura sólo hasta la mitad, dale vuelta e introduce la otra mitad. Después, retira el exceso de pintura rodándolo contra la rejilla o bandeja que estés utilizando, de esta forma, lograremos un acabado sin exceso de pintura.
2. Una vez que tengas el rodillo cargado, ubícalo en alguna esquina inferior de la pared, a un par de centímetros del zócalo, y ejerciendo poca presión sube con dirección al techo en diagonal. A continuación, baja el rodillo hacia el suelo, pero, esta vez en línea recta, sigue este patrón hasta que necesites más pintura.
3. Al pintar con rodillo debemos tener en cuenta que es mejor pintar sobre mojado, ya que, se obtiene un mejor acabado. De esta manera, se evitarán marcas o líneas de pintura una vez se acabe el proyecto. Recuerda no dejar una pared a medio pintar, intenta calcular tus tiempos para completarla.
4. En muchas ocasiones pintar puede tomar horas de trabajo, lo cual hará que la pintura que vas a colocar en la pared forme grumos. Para esto, te aconsejamos mantener el balde de pintura tapado con un trapo húmedo durante todo el proyecto o colar la pintura. No olvides que el rodillo también tiende a crear grumos y debemos mantenerlo limpio y libre de ellos.
5. Por último, previo a guardar nuestros materiales de trabajo, retira el excedente de pintura del rodillo utilizando papel secante. Después, enjuágalo con agua hasta que no quede más pintura.
Ahora ya conoces distintas formas y consejos para tu siguiente proyecto. Recuerda que pintar paredes es una tarea sencilla, estamos seguros que con este artículo lograrás tener un buen resultado y pasarás un buen momento.
